sábado, 8 de mayo de 2010

la colonizacion de los Españoles a los Indigenas.

Por Colonia se entiende el período histórico que en Chile se extiende desde 1598 hasta 1810, en el cual la corona española gobernó estos dominios imponiendo sus instituciones y costumbres.

La vida colonial se desarrolló en los territorios ubicados al norte del río Biobío. Allí se consolidaron los diferentes grupos sociales, cada uno con un modo de vida propia.

Españoles y descendientes:

No era un grupo numeroso, debido a que en general fueron pocos los españoles que se avecindaron en América. Los españoles que venían directamente desde España recibían el nombre de peninsulares y generalmente ocupaban cargos en el gobierno, estaban relacionados con la Iglesia o bien al Ejército, o se dedicaban al comercio. Los hijos de españoles nacidos en América recibían el nombre de criollos.

La aristocracia estaba integrada por los peninsulares y los criollos. Ellos eran los dueños de las tierras por ser descendientes de los conquistadores. Además, tenían el poder en sus manos, gozando de relativa riqueza y de un buen nivel cultural. Ellos optaban a los cargos públicos.

Había también blancos que pertenecían a los sectores medios de la sociedad. Se trataba de comerciantes y artesanos, escribientes y oficiales del ejército que habían llegado después de la Conquista. Su nivel cultural era inferior al de los aristócratas y no tenían influencia alguna en las decisiones de gobierno.

Los Indigenas:

Una vez terminada la Conquista, los españoles se establecieron definitivamente en el territorio comprendido entre Copiapó y el río Biobío. Los indígenas que habitaban en este territorio fueron repartidos en encomienda para que ejecutaran los trabajos forzados que los conquistadores requerían. La mayor parte de ellos murieron durante el primer siglo de la Conquista, debido a que fueron robadas sus tierras, y obligados a trabajar en condiciones muy malas, realizando trabajos muy pesados, como los lavaderos de oro.

Como estaban débiles eran presa fácil de las enfermedades que trajeron los conquistadores, desconocidas para ellos. Periódicamente la viruela, el tifus, el sarampión, la peste bubónica y la gripe atacaban a la población, disminuyéndola notablemente. A ello se suma la separación que hacían los colonizadores de las familias indígenas: muchas veces marido y mujer vivían en lugares distintos y no tenían hijos.

Con el tiempo, rápidamente los aborígenes perdieron los rasgos característicos de su cultura, adoptando el idioma y la religión de sus conquistadores

A pesar de que la Corona hizo amplios esfuerzos por proteger a los indígenas, sus medidas resultaron inútiles, quedando este grupo reducido a su mínima expresión.

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